lunes, 24 de octubre de 2011

Las travesuras de Mario Balotelli

El hijo negro de Ghana adoptaba el apellido Balotelli en honor a sus padres adoptivos italianos. La magia del nuevo italiano empieza a despuntar en las categorías inferiores del Inter de Milán. El talento de’’ SuperMario’’ acaparaba todo el mundo futbolístico. La calidad, la envergadura y su olfato goleador lo coronan como el más preciado diamante italiano. , y así es todavía.  

Sin embargo, la enorme calidad en sus pies se ha ido sumando a un carácter problemático y controvertido. La inmadurez de este enorme muchacho llega hoy en día a su límite. Todo comienza en Italia, el día en el que tira la camiseta de su Inter al suelo tras una semifinal de Copa de Campeones contra el Futbol Club Barcelona y no contento de ese gesto, luego la pisotea. Los insultos racistas y el desprecio de algunas gradas italianas  frente a su color de piel marcaron un punto de inflexión para Balotelli. Las gradas continuaban tirándole plátanos y recordándole que ‘’nunca un negro podría vestir la elástica azzurra’’. Un gesto muy feo de los ultras, un mayor desplante de Mario Balotelli. La gala lujosa para premiar al Golden Boy daba a Balotelli el primer premio. La ceremonia para obsequiar al chico joven del momento nos dejaba una perla bocal del díscolo: Si no es a mi ¿A quién iban a galardonar? Sólo hay un jugador un poco mejor que yo, Messi. Los escándalos de Balotelli iban en aumento, otro episodio llegaba de nuevo a la vida del italiano. La policía lo citaba para declarar debido a una foto suya junto a un miembro de la Camorra de Nápoles. La devoción por el club de sus amores, el Milán, era sólo una sospecha. La caja de pandora se abriría en un programa italiano cuando en cámara oculta, un reportero captaba la imagen de Balotelli vistiéndose con la camiseta rossonera. Este capítulo marcaría el punto y final de Mario Balotelli en el Inter de Milán. La estrella más prometedora italiana pese a ganar todos los títulos posibles marchaba por la puerta trasera de la capital.

El 13 de agosto del 2010 llegaba a Manchester para fichar por el poderoso y millonario City. Los ‘blues’ se preguntaban si la fiera había moderado su conducta y su carácter, la respuesta no se hizo de rogar. El rebelde seguía siendo un rebelde. Las semanas posteriores a su llegada marcaban un nuevo suceso para el díscolo, un accidente de coche. Mario Balotelli llevaba ese día 5000 euros en su bolsillo y a la pregunta de la policía inglesa del porqué a tanta cantidad monetaria, una respuesta tajante: ‘’Porqué soy rico’’. La pregunta en Manchester ya no era: ¿Cómo va la progresión de Balotelli? La cuestión era: ¿En qué lio estará metido Balotelli? Los incidentes empezaban a tener lugar en la ciudad deportiva liderada por Mancini, el mismo Balotelli se dedicaba a tirar dardos a los canteranos de la entidad y no precisamente recados verbales. Las trifulcas como el enfrentamiento con Río Ferdinand, los gestos anti deportivos como la patada en el pecho a un jugador rival en la Copa de la UEFA o los gestes rebeldes como su camiseta socarrona dedicada a la afición enemiga del United marcaban poco a poco las huellas de Balotelli en el city.La últimas dos anécdotas de Balotelli en el transcurso del 2011 parecen tocar techo, la actitud del chico malo hace ponerse a si mismo en jaque. La visita a una cárcel y su posterior aclamación como héroe por parte de los presos culminaban el verano. La última chiquillada del astro la encontramos en su domicilio inglés. Mario Balotelli y unos amigos juegan con fuegos artificiales dentro de la casa, una consecuencia inmediata: Un incendio en la propia morada del jugador.
El talento único de un chico que se oscurece con sus gamberradas y temeridades. La calidad en las botas de un muchacho ensuciada con su mal comportamiento. La madurez de un niño muy esperada en el planeta futbol.

24 de octubre del 2011

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